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sábado, 7 de enero de 2023

Capitulo Dieciocho

 —Adela…—La voz de mi tío se escuchaba muy cerca, nos miramos y lo empuje para que saliera por dónde vino.

—Adela—Esta vez se escucho junto con el ruido de la puerta al tocarla.

—Si—Abrí un poco la puerta— ¿Qué pasa tío?

—Es lo mismo que pregunto. Galletas está muy nervioso, creo que solo tú lo puedes tranquilizar.

—Galletas estaba al lado de mi tío y estaba nervioso, jamás lo había visto así, echó una mirada a mi habitación y se entro por la puerta se dirigió a la ventana y comenzó a ladrar. Mi tío camino hasta la ventana y se asomó.

Pero no vio nada .
—Que raro

—Lo sé, galletas nunca se había comportado así —mi tío parecía insatisfecho con la explicación pero conforme salió de mi habitación.

Después de eso me acosté a dormir más tranquila y a la mañana siguiente me sentía muy feliz.
Me bañe y después  me reuní con mi familia en el comedor, galletas me miro un poco
decepcionado y me dio un lengüetazo en la mejilla.}





—Vamos, no pasa nada solo cometiste un error—

Mi tío acaricio su pelaje y le sirvió un poco de leche en su tasa.

—Niños, han pensado que quieren estas vacaciones.

—Descansar—Contesto Bill. Mi tía miraba un calendario.

—Adela ¿Qué vas a querer de cumpleaños?—Era cierto se me había olvidado que en una semana cumplía diecisiete años.

—Es verdad como se me pudo olvidar, tú dime qué quieres y yo te lo compro.

—Nada, no quiero nada, no me gusta celebrar mis cumple años, ¿Mi papá no te lo dijo? Solo
comíamos en familia un pastel y ya.

—Adela, pero no todos los días se cumple diecisiete  años. Ya se tu invita a tus amigos a la casa, te
aremos una pequeña fiesta.

—Claro. Por cierto Bill y yo ¿Podemos salir cuando terminemos nuestras labores?

—Claro que sí.

Bill me veía muy extraño, y su mirada se desvió
a mi hombro, quise ver lo que veía pero no pude,
así que me puse a examinar mi cuerpo cuando regrese a mi habitación, y descubrí que tenía
Varias marquitas rojas.

—Hola Adela. ¿Qué demonios te paso?—Georg acaricio una de las marquitas de mi hombro.

—Nada solo que los mosquitos, ya sabes.

—Se ve raro.

—Si no lo toques me duele un poco. —el sonrió y me dio un gran abrazo, el era ese tipo de
personas que lo veías y lo clasificabas como un
grandulón sin cerebro, pero no tenía unas excelentes calificaciones era muy bromista y me
agradaba. — Aquí tienes otro. —Tomo mi mano y la estiro de modo que él y Andy se quedaron
examinando una pequeña hilera de marcas rojas que ha decir verdad me dolían un poco.

— ¿Qué te paso?—Andy acaricio con suavidad la hilera de marcas rojas y luego me miro.

—No se hoy amanecí así.

—No importa. Ahora ven—Georg me jalo hasta llegar a la banca en donde estaba Gustav y Ariana.

— ¿A qué debo tu desagradable presencia?— Ariana se quito los lentes de sol, y los miro.

—Ya basta Ariana no seas tana amargada, no te he hecho nada.

—Solo dejar mi reputación por los suelos. —Bill se reunió con nosotros.

—Necesito hablar con Ariana y con Adela. — Georg me soltó y ambas nos reunimos con Bill

— ¿Qué pasa?

— ¿Haran lo que planeamos?

—Si Adela va a mi casa y después a la de Tom, aunque sigo diciendo que es una estupidez. Los descubrirán.

—No te preocupes yo ya tengo planeado todo.

—Está bien si ustedes lo dicen pues está bien.

Mire a ver cuando Tom se acercaba a nosotros, como siempre me quito el aliento, logro sacarme una sonrisa y últimamente estaba sonriendo demasiado pero esta vez mas de lo normal.

—Hola. ¿No vino Daniel?

—No pero dijo que en la noche nos ve. —Andy desvió su mirada a mí y asentí sin que Tom se diera cuenta.

—¿Y tu tabla?

—Bueno es que eh estado pensando mucho en el futbol como deporte. Y ¿Qué les parece si formamos equipos?

Así que eso hicimos jugamos futbol, yo estaba en el equipo de Georg y Bill. Ariana estaba con ellos Andy, Gustav y Tom. Y al final aunque
éramos menos ganamos nosotros, últimamente y desde que andaba con Tom su grupo de amigos y compañeros se había hecho más grande.

Ahora ya nos llevábamos todos.
Georg me cargo en sus hombros mientras tomaba un poco de agua el futbol era algo que a Tom no le agradaba pero estuvo pensando en el futbol, eso quiere decir que estuvo pensando en mi. Tom me miro y sonrió, no lo había abrazado
tampoco lo había besando. Si no lo hacía, no lo volvería a hacer hasta agosto.

—¿Alguien a parte de Tom piensa salir de vacaciones?—Pregunto Ariana.

—sí pero creo que dentro de una semana—La verdad es que todos planeaban sus vacaciones para después de una semana.

Georg me bajo de sus hombros y todos entendieron que quería estar un momento a solas con Tom.

— ¿Entonces no te veré hasta septiembre?—Me senté desanimada en una banca.
—Si, pero te llamare. Y además vendré a verte.
—Está bien, solo por eso no me sentiré tan mal.
—Bueno ¿Qué te parece si ahora vamos a tomar algo?

—Claro, vamos. —Me tomo de la mano y nos dirigimos a la cafetería preferida de todos, los demás nos alcanzaron ahí pero claro se sentaron en otra mesa.

Los miraba de vez en cuando y solo le prestaba atención a Tom que me platicaba de mucha cosas. Hasta que llego la hora de despedirnos,
aunque lo vería en la noche como Daniel.


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