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aqui se publica actualmente la historia ;)
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jueves, 9 de julio de 2015
sábado, 8 de junio de 2013
Capítulo 30
Por: Andy.
La
miraba de reojo, ella estaba ahí tan bonita como siempre ¿Bonita? Hermosa diría
yo. Sonríe y la observe mientras ella observaba por la ventanilla. Me sentía
bien, no solo por el hecho de haberle ganado al imbécil de Tom, parte de esa
felicidad era porque estaba con Adela.
—
¿Qué tanto me vez?—Me pregunto en voz baja.
—Nada,
¿No te puedo ver?
—No,
me incomoda.
—Bueno
está bien dejare de verte.
Otra
vez se puso a observar por la ventanilla y yo la observaba a ella.
El
taxi se detuvo enfrente de una hermosa casa, se veía abandonada pero estaba muy
bien cuidada, supuse que habías llegado a nuestro destino. Adela se bajó del
coche, le pague al taxista y baje atrás de ella. Lo bueno era que nuestro
equipaje era pequeño. Miraba en silencio su casa, me acerque a ella y la
observe; un pequeño suspiro salió de sus labios y unas cuantas lagrimas
brotaron de sus ojos. Inconscientemente la tome de la mano, pensé que tal vez
me golpearía o insultaría, pero en lugar de eso, apretó más mi agarra. Su tacto
era uno de los mejor que había sentido, su piel era suave.
—Esta
es mi casa.
Caminamos
juntos, ella soltó mi mano solo para buscar lo que supuse seria la llave, y la
volvió a tomar, me sentía raro pero muy a gusto con Adela. Mi Adela porque no
era de Tom. Sabía que ella sentía algo por mí, al menos eso era lo que yo
quería creer.
**
—Tu
casa es hermosa—Le comente a Adela cuando nos sentamos a comer una pizza. La
casa esta muy bien aseada y acomoda.
—Sí.
Eso creo, bueno está limpia y ordenada gracias a que no la han descuidado, una
señora viene cada fin de semana para limpiar la casa.
—
¿Cuándo iras a ver a tus padres?
—Mañana—Dijo
con un poco de dificultad, se veía un poco asustada.
—Adela
¿Te sientes bien? Te noto rara.
—Si
estoy bien. Solo extrañaba estar aquí.
—Bueno
está bien.
Esa
tarde trascurrió algo extraña, le pedí que fuéramos a algún lugar, no se estaba
aburrido y no quería estar en esa casa encerrado, más aún porque a ella le
hacía mal estar ahí.
—
¿Y tenías amigos aquí?
—No,
era la chica rara—Caminábamos por el parque—Ya sabes la nerd, rara que le
gustan las cosas de niños. Tenía un solo amigo y no era niña era un
niño—Santiago—dijo ella—Con el salía a patinar, la verdad no sé si aún viva
aquí. Me acompaño cuando mi padre murió.
—
¿Lo extrañas?
—Sí,
mi hermano. Con el hacía muchas travesuras.
Caminamos
hacia una nevería, para comprar unos helados. Yo pedí uno de vainilla y ella
uno de chocolate. Luego buscamos un lugar para sentarnos y continuar
platicando.
—Adela,
¿Qué hay con Tom?
—
¿Con Tom? Pues nada, es mi novio, yo soy su novia.
—
¿Lo quieres?—Me miro confundida, y suspiro.
—Pues
por algo ando con él, ¿no crees?
—Bueno,
pues cual es esa razón.
—Andy,
¿Por qué quieres saber eso?—Bajo la mirada, estaba triste. Suspiro y miro a
verme.
—Por
qué me gustaría saber si yo tengo alguna posibilidad. —Permaneció en silencio.
Y otro suspiro se le escapó de la boca.
—Andy
¿Qué es lo que tengo? Sé que tal vez fea no soy pero muy bonita tampoco. Esto
lo haces porque quieres fastidiar a Tom o porque de verdad te gusto.
Permanecimos
en silencio, ella tenía la vista clavada en el suelo, yo la observaba. Acaricie
sus pómulos con uno de mis dedos, y levante su rostro para que me mirara. Era
obvio que me gusta y mucho.
—Adela,
no tú eres hermosa. Es obvio que te quiero, no es por el imbécil de Tom. Es
porque de verdad me gustas.
Me
miro a través de sus hermosos ojos, sus mejillas se habían ruborizado, me
sonrió con ternura. Y me dieron unas ganas incontrolables de besarla. Ya la
había besado una vez, pero no fue con su consentimiento y en sus ojos había
algo que me decía que ella quería que la besara.
—Hola
Escuche
esa voz, esa maldita y estúpida voz. ¿Cómo es que ese imbécil se las arreglaba
para aparecerse en cualquier momento para arruinarme la magia del momento?
—Tom—Adela
desvió la mirada, Tom venia caminando ya muy cerca de donde estábamos. Se puso
de pie de un salto— ¿Qué haces aquí?
—Lo
mismo me pregunto ¿Qué haces aquí, y con Andy?
—Bueno
Tom, antes de que regresara contigo Andy se ofreció a acompañarme a ver a mis
papás.
—Bueno
eso explica porque viniste tú y no yo. Pero ya que estoy aquí, te puedes ir.
—No—Dijo
Adela y ambos la miramos. Tom la abrazo y ella estiro su mano para tomar la
mía. —Tom el vino conmigo, Andy es mi amigo.
—Y
yo soy tu novio—Tom me miro y yo a él.
—Tom.
Por favor. Tú fuiste un poco imprudente.
—
¿Qué te parece si después lo hablamos?—Le dijo Tom y Adela asintió.
Maldito
Tom, siempre hace eso se las ingenia para arruinarme el día, pero buscaría una
forma de que me las pagara el imbécil ese.
**
—
¿Se quieren apurar?
Adela
estaba más que hermosa esa mañana, había comprado un arreglo de flores para sus
padres.
—¿No
quieres ir a desayunar, primero?—Pregunto Tom
—No
mejor primero quiero ir al cementerio, después comeré todo lo que quieran.
Ambos
la miramos y salimos junto con ella, tomamos un taxi que nos llevó al
cementerio, notaba extraña a Adela, se veía enferma, pálida no sé pero a pesar de
eso era hermosa. Lo seguía siendo para mí. Cuando estuvimos ahí, yo y Tom
preferimos esperarla. No queríamos verla llorar.
—
¿Qué es lo que pretendes?
—Es
lo mismo que me pregunto
—Bueno,
Campbell me dijo que estabas aquí con mi novia.
—
¿Mi prima?
—Si
ella, y se lo agradezco, ya te dije un millón de veces que Adela me ama a mí y
no a ti.
—
¿Por qué estás muy seguro de eso?
—Solo
lo sé, porque soy su novio y tú no.
—Tom,
eres un imbécil, enserio pero bueno ¿Sabías que a veces las personas que más
quieres es la que te puede estar traicionando?
—
¿A qué te refieres?
—Te
dejare con la duda.
Tom
me observo y yo a él, intercambiamos esa mirada asesina, hasta que Adela salió.
Y nos observó a ambos. Se seguía viendo mal, pero seguía siendo hermosa. Sonrió
de medio lado y camino justo enfrente de ambos.
Por: Adela.
—
¿Qué te pasa?—Me pregunto Tom, y se sentó a mi lado, Andy ocupo mi otro
costado—¿Tienes hambre?
—No
mucha.
—
¿Y qué tienes? Aun no has dicho nada. —Dijo Andy.
Me
quede en silencio, en realidad ni yo sabía que era lo que me pasaba, no sabía qué
hacer. Me sentía extraña, y mucho.
Esto es:
Adela Y Tom,
Adela/Danie:Casi un chico,
Andy,
Tom
sábado, 24 de noviembre de 2012
Capítulo 30
Nota:
Hola
niñas.
Si
me eh tardado mucho en actualizar pero bueno aquí les traigo el capitulo 30 que
espero sea de su agrado, es especial porque lo narra Tom, no odien a Adela. A Campbell
sí. Pero ya verán este y el que viene son capítulos muy importantes. Y también
espero que les guste la nueva imagen del blog :D
Por:
Tom
Capítulo 30/Viaje
—
¿Que es lo que tienes ella? La niña nueva soy soy. —Campbell miro con ira a
Adela, que acababa de hacer un truco de esos que les salen a muy pocos.
—Bueno
tal vez porque ella no solo es bonita, también es inteligente y divertida.
—yo
puedo ser divertida.
—Pero
tú no sabes patinar, como ella—Campbell me miro aun más molesta.
—
¿Por qué la defiendes tanto? ¿Te gusta?
—Ella
es mi novia.
—
¿Qué? ¿Desde cuándo te gustan los chicos?
—Desde
que son tan lindos.
Camine
hacia donde se encontraba ella, hacia apenas unas horas que la había recuperado,
y me sentía muy bien por el hecho de tenerla nuevamente conmigo, no porque
igual y le gane a el imbécil de Andy, pero sabía que ella me quería a mí y no a
él.
—
¿Qué vas a hacer?—Me miro y en su rostro se le dibujo esa curva tan hermosa que
tanto me mataba “su sonrisa”, miro a ver a todos sus admiradores.
—No
sé. Hmm, creo que ya me voy, chicos nos vemos mañana en la tarde y les doy más
tips.
—Adela
no—Protesto uno de sus amigos—Es que, queríamos pasar más tiempo contigo.
—Bueno
será mañana porque ahora tengo un compromiso importante.
Aunque
se desanimaron, ella no le tomo mucha importancia y tomo mi mano, para irnos. La
verdad es que no tenía idea de a donde iríamos solo quería estar con ella
lejos, en donde nadie más estuviera. La quería tanto y en todo ese tiempo que
no la tuve la extrañe demasiado.
Cuando
estaba con Adela me sentía extraño, con un estado de ánimo que no podía explicar,
miles de pensamientos y sentimientos que no sabía que existían aparecían, y
tocaban a mi mente y corazón a cada segundo. No fue hasta esa mañana que me
percate que el verano había terminado hacia ya un buen tiempo, ahora el fresco
otoñal se hacía presente en toda la ciudad, muchos de los arboles comenzaban a quedarse
sin hojas las cuales se arremolinaban y danzaban al ritmo que el viento se las llevaba.
Suspire
y ella soltó mi mano.
—
¿Qué ocurre?
—Nada,
solo pensaba.
—
¿En qué? Claro si se puede saber.
—En
muchas cosas, como en que todo el tiempo que no estuve a tu lado me la pase
mal. Y también que fui un estúpido al decirle eso a Andy, solo para demostrarle
algo que los dos ya sabíamos. “ tu amor por mi”
Nos
miramos de frente, ella tenía su tabla debajo de sus pies y me miro con cierto
recelo, tome sus manos. Y la mire, y creo que lo hice de una forma extraña, su
rostro cambio a una de miedo, sorpresa todo aquello provocado por no saber qué
era lo que pensaba, lo que pretendía.
—Tom
ya es un poco tarde, tengo que llegar a mi casa.
—si
ya se, solo quiero verte un poco más, me gusta cuando te son rojas porque me la
paso mirándote, y como tu cabello brilla cuando un rayo de sol lo ilumina. También
me gusta cómo me vez, aunque ahora no es precisamente la expresión que me
gusta.
—
¿Te sientes bien?
—No
creo que el cambio de clima me está afectando un poco, pero sabes solo te lo quería
decir.
Sonrió
y bajo su rostro, había lo grado lo que me gustaba. Sonrojarla.
Despúes ella se acerco y me dio un beso, uno suave, tierno. De amor.
Continuamos
nuestro camino sin rumbo fijo, hablando de cosas sin importancia, del clima de
la estación del año, del fresco de todo. De lo muchos que ella me gustaba, de
todo lo que me hacía sentir.
La
quería demasiado.
…
—Tom…Tom—Mamá
bajaba de las escaleras, se veía apurada, pero claro ella siempre andaba a si
cuando se trataba de ir a algún lado. —Hijo te estaba buscando—Se acerco y me
dio un beso en la frente, después tomo el lugar vacio a mi lado, claro
acostumbraba comer solo, y entonces me percate que no estaba muy bien arreglada,
a esas horas ya tenía encima de todo. Tenía su pijama y se veía un poco más
grande de lo que en verdad era, me miro y yo la mire aun mas confundido
—
¿Qué? ¿Hoy no vas a salir?. —Caramelo la miraba desde el suelo, tenía la mirada
algo rara, estaba completamente confundida como yo.
—No
hoy me voy a quedar contigo, mi hijo.
—
¿Oye mamá te sientes bien?
—Sí,
es solo que quiero pasar más tiempo contigo. —Me dio un beso a un costado de mi
cabeza y mi mirada recayó en el plato de cereal que tenía enfrente de mí.
—
¿Dime que te dijo mi padre? ¿Qué te quito para que hicieras esto?
—Nada,
Tom solo quiero estar contigo, eres mi único hijo y necesito estar más tiempo
contigo, saber que tu estas bien.
—Madre
me estás dando miedo, ¿Te drogaste o algo parecido?
—Tom—Tere
se aproximo a mi—Respeta a tu mamá si ella quiere estar contigo, es porque eres
su hijo, no porque se haya drogado o algo parecido.
—Gracias
Tere—Le dijo mi mamá—Tom ¿Quieres salir a algún lado? Tú y yo.
—Eh—No
me sentía cómodo con esa situación, estaba un poco raro, y ella, ella no era mi
mamá o por lo menos yo no la veía de esa forma, estaba tan acostumbrado a
Tere y ahora ella viene a decirme que
quiere salir conmigo—No puedo, voy a salir con Adela.
—Tom,
yo se que nunca estoy contigo pero… me gustaría poder conocerte mas, eres mi
hijo tienes dieciséis años y yo no sé nada de ti.
—Ya
me di cuenta, tengo quince años mamá.
—Ya
ves. —Me miro con una expresión extraña pero logro algo que nunca pensé que
otra mujer lograría. Convencerme de algo.
—De
acuerdo, no voy a salir con Adela es solo que no quería salir contigo Vanesa pero…
—Dime
mamá.
Aquello
era más extraño, a mi madre siempre le había llamado por su nombre nunca por
mamá, salvo en algunas ocasiones.
—Ma-má—Le
dije separando las silabas, un poco o aun mas confundido que antes. —Que te
parece si caminamos por el parque, iré a cambiarme y a buscar la correa de
caramelo.
Camine
escaleras arriba aun con esa confusión y me puse lo primero que encontré, tome
la correa de mi perro y baje, mi madre ya me esperaba ahí, estaba vestida de
una maneras más deportiva.
Desde
que era niño, había estado deseando tener un día de padres e hijo y me pase
envidiando a mis amigos por tener unos padres que les daban todo: comodidades,
lujos y amor. Yo solo tenía dos Comodidades y lujo, el amor se había olvidado y
ahora no me sentía del todo bien. Incomodo. Raro.
—Hola
Tom—Una voz conocida, y muy chillona sonó a mis espaldas. Mi madre permanecía
sentada a mi lado, saboreaba un helado de fresa y de vez en cuando me miraba y
me sonreía lo que hacía que me sintiera a un mas incomodo.
—Campbell—Dije
cuando ella ya había ocupado el lugar libre a mi derecha.
—Señora
Kaulitz—Mi madre la miro como tratando de recordar quién era y no lo consiguió.
— ¿No me recuerda?
—Lo
siento no.
—Soy
Campbell, fui novia de Tom.
—Lo
fuiste—Le recordé, ahora que ella estaba aquí, tendría muchos problemas ella solía
poner todo mi mundo de cabeza, una de
las razones por las cueles nuestra relación duro unas semanas fue el hecho de
sus celos, de que era un chica fácil y claro no tenía ni un gramo de cerebro,
por eso tenía suerte de ser bonita.
—Veo
que paseas a tu perro—Caramelo le gruño cuando ella quiso tocarle el hocico,
ella retrocedió y me miro—Donde se supone que está tu novia.
—En
su casa.
—Eso
es lo que tú crees. Pobre inocente.
—
¿A qué te refieres?
—
¿Tu sabias que Adela iba a viajar a ver a sus padres a Berlín? Si algo si le entendí
a mi primo.
—No,
no lo sabía—Adela nunca me ocultaba nada. — ¿A dónde quieres llegar?
—Andy
la acompañara, esta mañana mi primo se levanto muy temprano, si y alisto sus
cosas para un fin de semana.
—Eres
una mentirosa—Se me había olvidado que mi madre aun seguía a mi lado.
—Bueno
yo solo te digo que Adela se irá con Andy hoy en la tarde en tren.
Se
acerco a mí y me dio un beso en la mejilla después se fue. Mi mamá me miraba.
—
¿Le creíste?
—No—Aunque
lo dije dudando. En el fondo sabia que Adela quería un poco a Andy.
—Por
supuesto que le creíste—Mi madre se acerco
a mi—Tom…si ella te quiere, no tienes porque preocuparte.
—Tengo
que hacer una llamada.
—Claro.
Camine
para poder hacer la llamada.
—Tom
¿Qué pasa?
—hola
Adela. ¿Es verdad que vas a viajar a ver a tus padres?
—si
—Iras
con alguien
—Con
Andy—Contesto dudosa.
—
¿Por qué con él?
—No
sé, el me lo sugirió la semana pasada.
—Pero
tu novio soy yo.
—Lo
sé, y es a ti a la persona que más quiero. ¿Confías en mi?—me quede pensando en
muchas cosas. — ¿Tom?
—Si
—Te
quiero mucho Tom. Te hablo al rato.
Camine
con a donde estaba mi mamá esperándome y no le tome importancia solo quería seguir
ahí con ella, tratando de que no se diera cuenta que estaba preocupado. Aun que
lo estaba y mucho. Tenía que confiar en Adela, en ella confiaba pero en el no.
—Mamá…necesito
viajar…
—Claro
que sí. Iras por ella.
—Le
daré una sorpresa.
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