Capitulo tres.

 Mi mente aun no reacciona, Tom sigé tirado en el piso. El silencio es incomodo todos me observan.

—Ustedes dos...dúo de idiotas ayúdenme—ordena Tom. Sus amigos obedecén y lo ayudan ha ponerse de pie. 

—Tom...estas...—Dijo el que  se llama Andy. Tom se toca la nariz  con una de sus manos y unas gotitas de sangre comienzan a salir.

—Tú y yo arreglaremos esto—Me dice y se encamina a la puerta de la cafetería...

Yo sigo sin reaccionar. Y entonces se hace una bulla y aquello me hace reaccionar, camino a pasos lentos pero firmes hasta el baño de niñas, y comienzo a procesar lo que acaba de pasar.  Yo no soy agresiva pero aquello me hizo molestar demasiado, además ahora las lagrimas que no habían salido en los últimos días, inundaban mis ojos. No es que me arrepienta de haberlo golpeado porque se lo merecía, pero siento un poco rara, asi que respiro profundamente y me miro al espejo. Entonces abró una de las llaves del agua, para laverme la cara...escucho unos pasos y entró en uno de los cubículos del baño.

—Adela soy Bill.—Entonces salgo de mi escondite.

—Bill ¿Qué haces aquí? Es del baño de niñas.

—Bueno solo estamos tú y yo, además quería ver como estabas.

—Bien. Eso creo—El mira divertido y solo sonrié.

—Apartir de ahora eres una heroína.

—¿Por qué?

—Golpeaste a Tom Kaulitz.

—Pero yo no quería

—Pero fue genial se lo merecía.

—Bill.

—Mejor regresemos a la cafetería, el descanso se va acabar y no has comido nada

—Si. Tienes razón.

—Pero lávate la cara, se darán cuenta que has estado llorando.

Mis ojos estan rojos mi nariz igual. Como dije las lágrimas que no habían salido salieron de un
momento a otro,  pero  agradecí porque no fue enfrente de toda la escuela.

—Llega tarde, pasen—Había un nuevo maestro—¿Ella es Adela?

—Si profesor, ella es Adela

—Bueno pues entonces pasen y siéntense

Obedecemos y cuando ocupo a mi lugar la mochila de Tom no está . ¿Se ha ido? ¿Por qué no esta? No le tome importancia aunque el resto del día me la paso e un poco nerviosa. Cuando Bill y yo regresamos a la casa, me encierro un rato en mi habitación hasta que mi tía me habla para que almorzár.

—Aun no me cuentas como fue tu primer día

—Excelente—Bill solo comenzó a reírse y yo igual

—¿Qué ocurre?

—Nada mamá...por cierto después de que terminar las tareas vamos a salir, quiero que mi prima conozca a Ariana

—¿Quién es Ariana?

—Bueno yo digo que es la futura novia de Bill

—Mamá que cosas dices

—Ella se lleva mucho contigo y con Gustav debe de ser por algo

—Es por Gustav—Dice sonrojado—Adela hay que apurarnos, además creo que a galletas le gustara salir a dar un paseo

—Si tienes razón—nos apuramos con las tareas de la escuela y después salimos a dar un paseo, como Bill había predicho Gustav nos estaría esperando, ambos llevábamos nuestras tablas de skate...

—¿Quién es nuestro peludo amigo?—pregunta Gustav, y se agacha para acariciar a galletas

—Se llama galletas

—Es precioso. Como la dueña

—Gracias.

—¿Dónde está Ariana?

—No tarda en venir.

Me siento en una banca y acaricie las orejas de galletas...el simplemente se sienta enfrente de mí y se exalta cuando una chica llega muy atrabancada.

—Que hay, lo siento por la tardanza... ¿Quién es ella?

—Adela ella es Ariana, creo que ustedes dos se llevaran de maravilla—La chica me examina y me
regala la mejor de sus sonrisas me da un abrazo.

—Bill es tu prima...es bonita...me gusta tu cabello ¿Siempre ha sido así de rojo?

—No antes era negro pero me veía muy blanca y me lo pinte de rojo, porque amo el rojo y siento que me da un poco de color.

—Por cierto te vi en la escuela y pensé que eras una de las chicas presumidas—Siempre me habían catalogado como una de esas chicas, tenía el estereotipo de la típica presumida—Pero cuando golpeaste a Tom, no sabes cómo te ame y te admire.

—Es un  imbécil...

—Dímelo a mí es un idiota

—¿Qué te hizo?

—Ariana es la única chica que está en el club de skate de la escuela

—Pero el maldito de Tom es un tramposo, después de que le gane en una competencia para poder entrar dijo que yo me había acostado con él, y también con los idiotas de Andy y Georg

—¿De verdad?—Ella asintió—Pues se ve que es de esos tipos que va por la vida presumiendo que ha tenido mucho sexo y que es el que manda pero a lo mejor el no ha hecho nada de lo que presume

—No lo sé, solo sé que lo odio porque dejo mi reputación por los suelos

—Nosotros te creemos Ari—Gustav paso uno de los brazos encima del hombro de Ariana

—También tienes que entrar a un club, hay de danza, porristas y no recuerdo todos, si piensas entrar al de skate, Tom no te dejara el es elpresidente y es muy difícil entrar

—¿Como entraron?

—Tom tuvo que aceptar que somos buenos además nos dieron la bienvenida con unos cuantos golpes

—Haaaa...

Y yo tenía en  mente entrar a ese club, iba  a hacer  lo imposible por demostrarle a ese tal Tom que yo podía más que èl, que era mejor que él. Casi no lo conocía, pero a juzgar por lo que muchos me habían dicho ya lo odiaba. Además que me había tirado la comida en mi uniforme y eso era algo que no aceptaría.

—Quiero estar en tu club—Le digo, él como el típico brabucón aun no terminaba su tarea...alza la vista

—Miren a quien tenemos por aquí—Tiene una vendoleta en la nariz—Adela Trümper...o Adelo Trümper

—Jajaja...-El me mira furioso y yo le devuelvo la mirada

—Imbécil

—Mira muñeca...en mi club solo pueden estar niños, aunque tú eres casi uno. Pero no, no y no.

—¿Lo haces porque te golpee?

—Me dejaste en ridículo con toda la escuela, y si hay la oportunidad de que me las cobre, pues me las cobrare.

—Tu igual lo hiciste

—Adela, eres una niña bonita casi un chico por cierto, mejor metete a ballet a las niñas como tu les queda perfecto eso.

—En tu club hay una niña

—¿Ari? Bueno es solo una excepción ella supo como agradecérmelo—el maestro entra al salón

—Eres un mentiroso

—Eso no te consta, además ya te dije solo niños, Ari es una excepción.

—Siéntense y guarden silencio

Dejo caer mi mochila con pesadez y tomo asiento a lado de él.

— ¿Dime que tengo que hacer?

—Ya te dije solo chicos, y tú no eres un chico. Adela bienvenida a la realidad, en esta escuela el que manda soy yo.

Lo fulminó con la mirada y no consigo prestar atención a la clase, porque en mi mente ya estoy planeando como entrar a ese tonto club.