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sábado, 7 de enero de 2023

Capitulo Diez

 



— ¿Entonces nos vemos en la escuela?—estaba de pie frente a la puerta de mi casa, Kevin

esperaba que le diera un beso. Pero no lo hice, solamente estaba esperando a que se fuera.
—Si. Nos vemos en la escuela. —Lo mire y le sonreí. —Ya es muy tarde, nos vemos.
—Adiós. —Kevin decepcionado se dio la vuelta y le hice adiós
con la mano. Entre a la casa y Bill me observaba desde las escaleras. —¿Hablamos?
—Galletas y yo te esperamos en mi habitación.

En la escuela todos pensaban que yo era novia de Tom, pero le pedí a Ariana y a los muchachos que dijera por toda la escuela que, él y yo no eramos nada. Y estaba tratando de no estar mucho tiempo con él, porque desde que le dijera a Daniel mi alterego que quería acostarse conmigo y pedirme que fuera su novia, me sentía extraña.
Así que cuando en la escuela se enteraron que Tom no era mi novio, muchos muchachos me invitaron a salir.

Después de tomar un vaso de agua, de avisarle a mi tío y tía que estaba en casa subí la escaleras rumbo a la habitación de Bill.
Cuándo entre Bill estaba acostado en su casa, acariciando la panza de Galletas.

—Hoy ocurrió algo muy extraño.
— ¿Qué paso?
—Tom me invito a un partido de futbol en el estadio.
— ¿A cuál?

—No se pero lo curioso es que a él
no les gusta el futbol y a mi tampoco.

—Kevin también me invitó a ir a ver un partido de fútbol, creo que mañana vendrá a pedir permiso.

—¿Pero porque Tom me invito a mi?
—No sé, quizá me quiere espiar.

—Pues no se que le ocurra a Tom, pero yo no quiero ir, da miedo

—Vamos no seas paranoico. Ahora tienes que ir y decirme que tanto platicaron si hablaron de mí.

—Vamos ¿crees que eres de lo único que habla Tom?
—No tienes idea.
—Si tienes razón no tengo idea. Iré con una condición.

—¿Cuál?

—Que hagas mis tareas de literatura dos semanas.

—Está bien, solo dos semanas. Pero quiero que me digas todo lo que dicen y así.

—De acuerdo.

Lo que aun no sabía era si él tenía planeado invitar a Daniel, porque sería un tremendo problema.

—Hola Adela ¿Qué tal tu fin de semana?

—Pésimo. —Me senté sin nada de ánimo en la silla y me dedique a mirar el salón. Tom rayaba
el pizarrón con ayuda de Andy. Bill estaba sentado atrás de mí y me jalaba algunos mechones de mi cabello. Ariana escribía apurada
una nota que le dio a Gustav y le regreso en menos de un minutos, algunas chicas platicaban.

Yo apoye mi cabeza en la mesa y me quede pensando en muchas cosas.

—Adela. —Levante la vista y me tope con Kevin en la puerta del salón. El era un año mayor así que
iba adelantado. Me levante de la banca y camine hasta el.

— ¿Qué pasa?

—Es que bueno te quiero dar esto. Para que guardes. —Kevin aun no me había dicho lo del partido y si lo sabia fue por Georg. Cuando lo vi
fingí felicidad y salte y grite como loca, le di un abrazo y un beso en la mejilla. Tom nos observo y desvió la mirada a Andy. — ¿Vas a ir?

—Claro que si, esa es una pregunta estúpida. Como no iría. —Lo volví a abrazar; el maestro se acerco y Kevin se fue. Y me senté en mi lugar. —¿Qué rayos me ves? Destruyes mi felicidad. —Andy hizo una mueca de desdén y yo sonreí.

La verdad era que no me agradaba Andy y me gustaba cuando se molestaba, en clase siempre
procuraba hacerlo molestar. En el descanso me quitaron a mis amigos y a mi primo y me dejaron sola, ya que ellos estaban en su tonto club de skate, y claro yo era Adela la chica que estaba en el club de ballet pero no era para nada arrogante y menos vanidosa como ella, más bien era Adela la nerd que por error estaba en un club de danza.

—Niños, veo que ya llegaron.

—Si papá ya llegamos. ¿Ten temprano en casa?

—Si claro, hoy quería pasar más tiempo con ustedes  ¿Cómo les fue?

—Bien.

—Bill, hace unos minutos hablo Tom Kaulitz.—Bill se quedo paralizado sin decir ni una sola palabra.

—¿Y qué quería?

—Es lo que yo digo, no sabía que tu y el eran amigos.

—No él y yo no somos amigos, pero sabes algo papá. El hace esto por Adela. Si, sabias que él está loco por Adela. —Mi tío me observo y le di un codazo.

—Eso no es verdad. Bill no sabe mentir cuando tiene hambre. —Mi tío me observo—Quise decir
que tenemos hambre y no sabemos lo que decimos, ¿Qué ya comieron?

—No. Pero que les parece si comemos antes de que se desmayen y sigan alucinado tonterías.

—Esa es una excelente idea Tío.

Las comidas en familia era bonitas siempre platicábamos y hacíamos bromas con mis tíos.

Aunque mi tío Gordon empezaba a decirme hija, y quería que le llamara papá aunque me costaría un poco, la verdad es que si parecíamos una familia,
dos padres y dos hijos a mi tía le agradaba la
idea de que yo fuera su hija porque ella quería una niña. Y ahora me tenía a mí.

—Al fin llegas Daniel.

— ¿Qué pasa?

—¿Irás a la fiesta?—Georg me extendió un papel, era algo así como un anuncio la hoja era
de un azul muy llamativo. Lo tome y lo mire,
como titulo decía “Fiesta en el sótano de Tom”—¿Vas a ir?

—¿Y que se supone que es esto?

—Una fiesta. En el sótano de mi casa, ya sabes
muchas chicas, cerveza cigarros y si quieres tal vez droga.

—Hey, yo no le hago a eso.

—Nosotros tampoco solo lo estoy diciendo pero si va a haber cerveza y cigarros. Música y chicas.

— ¿Cuándo es?

—El domingo que viene, y no hagas planes para los siguientes dos domingos, una porque el
primero es la fiesta y tienes que ir, y el siguiente
iras con nosotros tres, Gustav, Bill y Ariana a ver un partido del RB.

—Es que no puedo, para la fiesta sí, pero para el partido no.

—Vamos no seas aguafiestas, tienes que ir, sea como sea.

—Está bien déjenme pensarlo. Lo de este domingo si, les confirmo de una vez.

En el parque había mucha gente, muchos de nuestros compañeros.
—Hola Kevin.
—Hola Tom…—Contesto con cierto tono de desdén.
—Veo que andas con Adela Trümper.
—Sí, así es. Tu igual andabas con ella.

—Sí. Pero no vallas cantando victoria ella será mía

—Lo dudo, ¿sabías que su tío y yo hablamos la otra vez?—Esto si me interesaba. — ¿Qué crees?

El señor cree que soy perfecto para su sobrinita.

—Como si de verdad quisieras a Adela.

—Creo que para lo mismo que tú la querías. Pero entre tu yo hay una diferencia.

— ¿Cuál?

—Yo si se cómo actuar y ganarme a las personas. —Lo observe por un instante, hombretenía que ser, pero si Tom no pudo el tampoco.

Ahora solo esperaría a que me llevara a ese estúpido partido o tal vez ni eso. De él casi no
me vengaría porque no me entusiasme como con
Tom.

El resto de la tarde se fue en la repartición de los
volantes para la fiesta de Tom. Bill, Gustav y Ariana igual irían. Tom no había mencionado mi nombre femenino en toda la tarde así que deduje que Adela no estaba en su lista de invitados.

— ¿Qué es eso?—La mano de Tom sonó cuando

la azoto en la mesa de mi banca, últimamente no dormía bien. Y cuando alce mi rostro lo vi de frente.

—Adela, pareces muerto.

—Gracias por el cumplido Tom.

—Es la verdad, pero bueno, esto es una invitación a mi fiesta en mi sótano.

—Se ve divertido.

—Lo será. ¿Vas a ir?

— ¿Esto es muy importante para ti?

—Sí.

—Entonces no iré.

—Que mala eres Adela.

—Lo pensare.

Toda la semana. Como Daniel si iba a ir pero aun no sabía si Adela haría acto de presencia en el
sótano de Tom. Para empezar me estuve viendo
con Kevin y me di cuenta que era un mano larga
peor que Tom. Pero no le tome importancia
pensaba que solo lo ilusionaría y después le daría
el avionazo.

— ¿Vas air con nosotros a ver al RB?

—No. Creo que en eso si los dejare mal.

—Daniel, no puedes hacernos eso.

—Tom tienes que entender que tengo otrocompromiso. —Tom miraba a todos lados. —¿A
quién buscas?—Miro entre la multitud que había
en el centro del sótano. Andy y Georg jugaban al
billar y eso era lo que miraban, había otro grupo
de menos personas que bailaban en un lado.

—A…Adela…—Hice como que buscaba—Pero parece que no está.

— ¿Te gusta tanto?

—No me gusta, lo que le sigue. Pero no vino.

Bill estaba con Ariana y Gustav platicando. Me acerque a ellos.

—Ya me voy

— ¿Por qué?

—Creo que es el turno de Adela.

— ¿Quieres que te acompañe?

—No te preocupes. —Le di las gracias a Ariana y me fui de la casa cuando Tom estaba distraído

Regrese a mi casa y busque entre toda mi ropa algo para ponerme, no era muy fan de la moda
pero tenía que ir bonita. Quería hacerlo. Si para
Tom. Así que opte por ponerme un vestido y unos tenis.

Deje mi cabello suelto y me perfume. Cuando regrese a la casa de Tom, me recibió una
chica a las que Tom les había pagado para recibir
a los invitados y que su niñera o chofer no se
enteraran de que en la fiesta habían metido
cerveza y alcohol  de contra bando. Cuando iba baje las escaleras mis pasos se escucharon un poco, Tom miro a ver y me sonrió cuando me vio.

Los demás siguieron en lo suyo y el camino hasta mí para darme la bienvenida.

—Hola Adela.

—Hola. —Sonreí y él me tomo de la mano, no dije nada y camine con él.

—Pensé que no ibas a venir.

—Si yo igual tenía planeado no venir. Pero me estaba aburriendo en mi casa.

— ¿Quieres tomar algo?

—Si no tienes alcohol mejor.

—Si tengo lo ideal para ti.

Me dio un refresco de fresa y me acerque a la mesa de billar en donde todos estaban reunidos.

—Miren quien está aquí. Adela Trümper, la chica que es casi un chico.

—Hola Andy, ¿Cómo estás?

—Estaba bien, ¿pero que crees? Apareciste. — Todos se rieron. Y yo igual.

—Que gracioso eres, pero veo que eres bueno en
lo gracioso pero en el billar…—Me quede callada y se escucho un abucheo. Sonreí.

— ¿Lo harías mejor tu?

—Por supuesto. Yo hago cualquier cosa mejor que tu.

—Huuuuuuuuuuuuu—Dijo el publico Tom se
acerco a mí, y a Andy.

— ¿Qué pasa?

—Nada como siempre Adela que dice que es mejor que yo en el billar.

—Nadie es mejor que yo—Contesto Tom.

— ¿Quieren apostar?—Los dos asintieron y yo sonreí.


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